lunes, 31 de enero de 2011

No me canso de saberte bella, no me canso de saberte hermosa, no me canso de saber que todo me gusta, todo me atrae; no me canso de sentirme como ellos, los envidio por poder mirar sin distinguir que son esa clase de personas. No me canso de saber que me estoy cansando pero ¡no me importa! ¿a quién le importa?...

Uh, mi cabeza da vueltas, estoy a falta de sustancias que frenan con esta incordiosa molestia, pero todo pasa porque 'todo' son como frases que, como el viento, llegan y se van.

Estoy buscándote a ti, sé donde encontrarte pero cuando llego tu te vas ¿acaso estoy haciendo las cosas mal? NO, quizás ir de frente no está tan bueno como lo creo, quizás debí usar palabras más... pensadas ¿no? ¡puede ser! pero ¡a mi qué me importa!.

Pff, Camila, Camila (suspiro), se sabe que te importa... ella te importa tanto que dejarías sueños y almohadas, castillos y (JA) príncipes: el futuro solo sería un recuerdo del presente que (no vale la pena ni aclararlo)nunca será.

Tal vez el próximo, el próximo año, el próximo ciclo, la próxima vida ¿quién sabe? Yo no... no sé nada y REALMENTE cuando digo que no sé nada es porque así lo es.
Solo sé que te quiero, que quiero tenerte conmigo, que quiero cerrar mis manos en tu cuerpo, que quiero olerte, besarte, quiero amarte.

Solo sé que la tristeza me vence (o quiere hacerlo); solo sé que no quiero saberte, que no quiero olerte, no quiero sentirte, solo... ya no quiero amarte.
Y pensar que tenía tantas ganas de satisfacer mis ganas de tenerte que, ahora, me sorprende que no me sorprenda en lo más mínimo. ¿será que confío demasiado en mi misma?¿confío tanto en mi que, esa confianza, la escondo con humildad? No lo creo aunque... uno nunca sabe ¿no? menos si no quiere saber y ¡¿qué ciego es peor que el que no quiere ver?!

"En el interior de un bar también me podrás encontrar; ahogando penas en un vaso, tratando de olvidar" y esa frase que ahora leen, esa que acabo de escuchar y copiar, es tan mía como éste corto pelo y éstos rotos pantalones.

Me apropio de canciones, poemas y frases. Pero es que soy así, me siento dueña de cosas que no son mías, de frases que, aunque no tengan sentido, son tan adecuadas a mi que hasta podría hacer largas canciones con ellas.

Y llego tarde, siempre llego tarde... y aunque este llegando temprano, voy a llegar tarde porque ¡así soy! tan puntual y tan tardía como me dan ganas de ser.

Me voy, con un par de palabras que no le hacen tener sentido a esta vida pero ¿a mi qué me importa? el que no quiera leerme, que no lo haga. Por suerte ¡soy bien libre de hacer lo que quiera!.

domingo, 30 de enero de 2011

Quizás... quizás mi vida es un quizás y solo quede en eso, el quizás que mañana sera, nuevamente, un quizás.

Y si no somos nada, somos todo ¡cuántas contradicciones nos da la vida! pero ¿no seremos nosotros, inconscientemente, quienes nos contradecimos para sentirnos mejor?.

No puedo escribir, no encuentro la inspiración que estoy buscando y, seguramente, por ello sea que no está.

Las lágrimas están dentro de mi pero no salen, no quieren dignarse a salir; y quizás (sí, nuevamente quizás) no me dan lo que estoy buscando porque no sé qué estoy buscando...

Quiero un cuerpo, uno en especial, un cuerpo que me abrigue con sus piernas, que me bese los labios, que me abrace (sí, un abrazo).

Es raro (incluso para mi) pero busco ese cuerpo que me de calor con la mirada, que no tenga la necesidad de tirarse encima para que cambie algo dentro de mi.

Quiero lo que no tengo y lo que nunca voy a tener, la quiero a ella, esa escultura que deje atrás, esa que, con los ojos como piedra, me dejó atrás.

sábado, 29 de enero de 2011

Digamos que, a veces, me gusta tener mi identidad en secreto. Me gusta que me crean como les muestro que soy y me encantan sus caras cuando descubren la verdad. Camila, esa mina seria que lo único que quiere es triunfar en su vida es, en verdad, la loca más loca de las locas. Já ¡qué buen apodo! Camilaloca... me presento luego de un pequeño destello de mi misma, me presento como soy: brillante, hermosa, cuerda, terriblemente fea, depresiva, maníaca de la limpieza, desalineada, loca (terriblemente loca), obsesiva, perfectamente perfeccionista, insoportable, buena onda, ortiva... Esta soy yo, o solo una parte de mi. Soy, como ya dije en otros blogs, lo que quiero ser y ¿quién puede ganarle a eso?. Camilaloca Conchatrelli, está acá para todo el que me quiera leer. Bienvenido a mi mundo, BIENVENIDOS A MI


"Su cuerpo poso desnudo, frágil, inmóvil"
Ella entró, desprevenida, sin prisas pero sin pausas... La puerta crujió, se asustó, corrió. Comenzaron a sonar los violines, algo pasaba, algo no andaba bien. Luciana se miraba las manos, se tocaba el pelo: sabía que nada de lo que veía era parte de ella.

Corrió, lo único que quería hacer era correr y despertar de aquella pesadilla; "Vamos Luciana, vamos Luciana, vamos..." sonaba de fondo un coro espeluznante, vio una puerta ¿entraba, no lo hacía?¿qué iba a hacer?¿dónde estaba? aterrada, se dejó caer, venció su cuerpo una pequeña ráfaga de viento y así fue... quedó en el piso, entre las hojas y la lluvia.

La lluvia, todo lo que podía ver era esa lluvia que caía, que la tocaba, que la hacía sentir viva. Luciana quedó inmóvil, preguntándose si ese era un sueño o si, realmente, eso era la cruel realidad.

Su cuerpo poso desnudo, frágil, inmóvil, si alguien la hubiese visto como la vi en aquel momento hubiese creído que era una escultura sin cuidados, con muchos más que un par de años encima y con algunos golpazos de aquellos niños traviesos que todo lo rompen en el parque.

Me vio, quiso moverse unos centímetros pero algo se lo prohibía, había estado tanto tiempo en desuso que sus músculos se habían acostumbrado a estar así: inmóviles, inermes, cómodos entre las hojas, el viento y la nieve... pero yo no podía dejarla así, yo no podía no quererla, no podía no mimarla, no tener ganas de secarla y llevármela conmigo y ¿qué iba a hacer?¿permitir que, otra vez, entre en mi vida?

Tuve que dejarla, tuve que abandonar aquel cuerpo que, de ninguna manera, creía necesitarme; tuve que seguir recordando el pasado, tratando que solo fuese eso y no forme más parte de mi; tuve que seguir porque se suponía que allí debía dejarla, que más allá había algo bueno para mi que, por acá, hay algo bueno para mi.